¿Qué es?
El blefaroespasmo es el cierre repentino e involuntario de ambos párpados (los párpados tiemblan y se cierran).
Tipos de Blefaroespasmo
Pueden distinguirse tres tipos:
- Temblor del párpado: El párpado “tiembla” (movimientos pequeños, rápidos e involuntarios). Este movimiento no afecta a la visión. Son relativamente comunes y se asocian a situaciones de cansancio o estrés. Es un fenómeno muy leve, que suele desaparecer con descanso. En aquellos casos que sean más persistentes, se recomienda acudir al oftalmólogo.
- Blefaroespasmo esencial: En este cuadro, uno o ambos párpados se cierran de manera frecuente e involuntaria. El cuadro puede durar desde algunos segundos hasta horas. Los cuadros más graves y/o avanzados pueden cursar con un cierre de los párpados tan firme que impida la visión. Este cierre continuo de los párpados impacta, de manera negativa, sobre la calidad de vida del paciente, ya que impide realizar tareas cotidianas, como conducir, leer, trabajar, etc.
- Espasmo hemifacial: Es un cuadro que cursa con la contracción de los músculos de un lado de la cara. Los espasmos pueden comenzar en la zona próxima al ojo, para, posteriormente, extenderse a otras regiones faciales (de la cara). En casos avanzados, los espasmos hemifaciales pueden durar de varios días a algunos meses.
Causas
Su causa suele ser desconocida. Afecta más a las mujeres que a los hombres y tiene tendencia a ocurrir en miembros de una misma familia.
El blefaroespasmo se ha relacionado con alteraciones del impulso nervioso, pero su causa no ha sido totalmente aclarada. En el caso de los espasmos hemifaciales, la causa parece ser la compresión del nervio facial por un vaso sanguíneo.
Síntomas
Los síntomas del blefaroespasmo son el parpadeo incontrolado y constante, así como el cierre involuntario del ojo. En casos graves, la persona afectada no puede abrir los ojos. Los espasmos pueden empeorar con la fatiga, la luz intensa y la ansiedad.
Diagnóstico
El diagnóstico es básicamente clínico. Los casos más avanzados pueden ser diagnosticados a simple vista. Para casos incipientes está indicada una consulta oftalmológica con especial atención al segmento anterior, dinámica palpebral, además de descartar patología neurológica.
Pronóstico
En los casos más leves (temblor), el pronóstico es bueno. Los casos más graves (aquellos cuya intensidad y duración es mayor) pueden causar una importante discapacidad funcional (el paciente puede convertirse en un ciego funcional, presentando grandes dificultades para realizar actividades cotidianas, como leer, conducir y/o trabajar). En el caso de los espasmos hemifaciales, si son intensos, pueden dificultar el habla o la alimentación.
Tratamiento
Existen algunas alternativas terapéuticas. Actualmente, el tratamiento de elección son las inyecciones de toxina botulínica A. La toxina botulínica A es una neurotoxina que provoca una parálisis muscular, lo que, desde un punto de vista clínico, bloquea la actividad de los músculos de los párpados, lo que impide el parpadeo constante. Se administran pequeñas dosis de toxina botulínica A en los músculos periorbitarios (alrededor de los ojos), principalmente el músculo orbicular y los músculos corrugadores. Los efectos del tratamiento se hacen visibles entre las 24 horas y las dos semanas, pero su duración es limitada en el tiempo, aproximadamente 3 meses.
Si existe alguna contraindicación para la administración de toxina botulínica (alergia, alteraciones de la placa neuro-muscular, infección el área de inyección), existen otras alternativas terapéuticas; como el tratamiento médico (anticolinérgicos), aunque encontrar la mejor combinación de fármacos, indicados en cada caso, requiere mucho tiempo de prueba por parte del oftalmólogo. Si el tratamiento médico y/o la inyección de toxina botulínica no funciona, la única opción viable es la cirugía. Existen dos tipos comunes de cirugía para el blefaroespasmo esencial. Una técnica consiste en eliminar el músculo facial que causa los espasmos. La otra consiste en eliminar una porción del nervio para que los espasmos no sean tan graves.
En el caso del espasmo hemifacial, el tratamiento con inyecciones de toxina botulínica puede obtener buenos resultados en la mayoría de los pacientes. Sin embargo, en aquellos casos donde la administración de toxina botulínica este contraindicada o no haya sido efectiva, el tratamiento indicado es una operación llamada descompresión microvascular. Esta consiste en colocar una pequeña esponja entre el nervio facial y una arteria que pueda estar rozándolo. Por lo general, este tipo de cirugía puede corregir el problema.