LAGOFTALMOS

¿Qué es?

Es un cierre incompleto de los párpados, lo que produce una exposición constante del globo ocular, con la consiguiente patología asociada, tal como sequedad ocular y/o alteraciones corneales.

Causas

La causa más frecuente es una parálisis facial, bien idiopática (de causa desconocida) o secundaria a traumatismos, yatrogenia (cirugías, tratamientos odontológicos), etc.

Los pacientes que padecen una parálisis facial presentan una debilidad generalizada de los músculos faciales, entre ellos, el músculo orbicular (el responsable del cierre de los párpados).

El lagoftalmos puede producirse por causticaciones (quemaduras por sosa o lejía), traumatismos oculares e incluso por una enfermedad de Graves .

Síntomas

El ojo del paciente no cierra de forma completa, por lo que queda parcialmente abierto.

La sintomatología está en relación con la exposición continuada del globo ocular y la evaporación excesiva de la lagrima. Los síntomas comunes incluyen hiperemia (enrojecimiento) ocular, sensación de cuerpo extraño (arenillas), picor, escozor/ardor. Los casos más graves cursan con afectación corneal, lo que provoca una disminución de la agudeza visual y dolor (dependerá en función del grado de afectación de la córnea).

Diagnóstico

Dado que la causa más frecuente es una parálisis facial, su diagnóstico y etiología (saber cuál fue su causa) corresponde al neurólogo o al otorrinolaringólogo. El oftalmólogo es el encargado de realizar el seguimiento y el tratamiento que a nivel ocular tiene la parálisis facial.

Pronóstico

Estará íntimamente relacionado con la lesión del nervio facial y la causa que provocó la parálisis. En los casos idiopáticos (de causa desconocida) la mayor parte de los pacientes se recuperan sin secuelas.

Tratamiento

Salvo riesgo inminente para el ojo, el tratamiento quirúrgico no suele indicarse hasta pasados unos meses, cuando se haya comprobado que no es esperable una mejoría espontánea.

En las primeras fases, el tratamiento es sintomático, mediante lágrimas artificiales, lubricantes oculares y/o antiinflamatorios (si fueran necesarios). Se recomendará al paciente que intente realizar un cierre forzado de los párpados para que la lagrima se reparta lo más homogéneamente posible por toda la superficie ocular.

Se puede recomendar la oclusión del ojo, principalmente por la noche.

En el párpado superior, la cirugía más frecuente es la implantación de una pesa de oro, que ayuda a completar el cierre palpebral, por efecto de la gravedad.

En el párpado inferior, la cirugía más empleada para corregir la eversión o descenso del párpado es la tira tarsal lateral.